En una ocasión el niño se quedaría en casa con su tío porque sus papás tenían una reunión de trabajo durante la tarde en una casa cercana, al saber que esa casa estaba justo enfrente del parque, el niño pidió esperar a sus papás con su tío en el parque. Como su familia sabía acerca del secreto que el gato le había dicho al niño y que tenía ganas de descubrir algo en el parque, le dijeron que sí.
Todo parecía muy normal en el parque, estaba completamente vacío y eran casi las seis de la tarde, el niño estuvo jugando un rato en los juegos, después se sentó con su tío en el pasto a tomar un jugo que habían comprado. Recibieron una llamada de los papás en la que les decían que la reunión iba a tardar un poco más, que si querían podían ir a la casa a esperarlos, al escuchar esto, el niño le preguntó a su tío si podían quedarse un rato más al anochecer para ver si podía descubrir el secreto de los juegos en la noche.
El tío le dijo que si al niño pero que cuando comenzara a anochecer más iban a esperar a sus papás en el coche. En cuanto anocheció el niño estuvo jugando en la resbaladilla, en los columpios, en el sube y baja sin encontrar nada extraño, lo último que le quedaba por jugar era la casita de juguete.
El niño pensó que si no encontraba nada en la casita se iría sin conocer el secreto que le dijo el gato blanco, pero pensó en jugar. Cuando entró en la casita le llamó la atención que había una estufa y unos trastecitos de juguete que nunca antes había visto, le dijo a su tío que le cocinaría unas papas, cuando volteó se sorprendió mucho al ver que en uno de los platitos había unas papas reales preparadas.
Cuando mostró las papas no podían creer que hubiera cocinado comida real en esos trastes de juguete, su emoción era muy grande pues ahora ya conocía el secreto de esos juegos durante la noche, el niño preparó más cosas de cenar para llevarlas a casa.
FIN
Que bueno que te gustó el cuento Alfonso GB :)
¡Muy bonito cuento de un gato blanco!.