El tiempo pasó y comenzó a irles mejor vendiendo sus postres, uno de sus clientes era un muchacho al que le gustaba mucho el pastel de chocolate que hacían; otra, una mujer que pasaba con sus niños y les compraba una gelatina de cajeta o una rebanada de pastel de limón (sus sabores favoritos). Al menos tres o cuatro personas les compraban un postre cada tarde y ellas estaban felices.
Cada día las hermanas se preguntaban quién sería ese señor que apareció en esa ocasión y si tendría que ver con la flor de papel.
- ¿Crees que ese señor llegó gracias a la flor de la suerte? -
-No lo sé, fue algo muy raro lo que pasó, sería bueno resolver el misterio-
Un día le hermana mayor le propuso a la otra que resolvieran el misterio y que guardaran por unos días la flor para ver si dejaban de ir sus clientes. Guardaron la flor para investigar lo que sucedía porque las dos tenían mucha curiosidad y en los días siguientes dejaron de ir las personas que siempre les compraban sus postres, por lo que colocaron nuevamente la flor en su espacio de postres.
La tarde siguiente cayó una fuerte lluvia y no llegó nadie a comprar ningún postre, ellas estuvieron platicando un rato y decidieron cerrar más temprano (seguras de que nadie llegaría). Justo en el momento en que iban a cerrar, se sorprendieron al ver entrar por la puerta al mismo hombre que apareció esa vez, a pesar de la fuerte lluvia.
Alfonso GB ya puedes leer la parte 3 de la historia
Órale se quedó en suspenso, qué sigue...