El hombre entró y las saludó muy amablemente, después les dijo que le gustaría una gelatina de nuez, ellas sabían que no tenían gelatinas de ese sabor, pero tal como había sucedido la vez anterior, encontraron en la mesa seis gelatinas de nuez listas para vender. Le llevaron una al hombre y mientras la comía se apartaron a platicar un poco, una de ellas le dijo a su hermana que intentaran platicar con el señor para saber un poco más acerca de él y que dejara de ser un misterio su presencia.
Una de ellas se decidió y se acercó a preguntarle su nombre y donde vivía, le dijo que ya no lo habían visto por ahí, aunque él le respondió de manera muy amable no le contestó ninguna de las preguntas, simplemente le dijo que a veces pasaba por ahí y que le encantaban los postres que ellas hacían. Cuando el señor se retiró después de despedirse amablemente de ellas, la lluvia se detuvo y quedaron muy intrigadas.
Decidieron hacer una pequeña reunión con los postres que les habían sobrado e invitaron a su familia y sus amigos, quienes probaron las gelatinas de nuez dijeron que sabían DELICIOSAS y les preguntaron la receta, pero ellas no la sabían. Como no podían guardar su secreto, platicaron lo que ocurría a partir de que habían colocado la flor de papel y todos quedaron intrigados.
Les sugirieron a las hermanas que platicaran con la amiga que les había obsequiado la flor porque tal vez ella sabría más sobre ese asunto y las podría ayudar a resolver el misterio, a ellas no se les había ocurrido y les pareció una buena idea.
Un día las hermanas invitaron a su amiga a comer con ellas y le platicaron todo lo que había sucedido con la flor que les había obsequiado, así como la presencia de ese señor que aparecía cada vez que sacaban la flor y los sabores que aparecían. Ella se sorprendió mucho de lo que le platicaron y les respondió que nunca se imaginó que su flor tuviera ese poder.
Les dijo que no sabía quien pudiera ser ese hombre porque no lo conocía, que ella hizo esa flor con mucho cariño y que cuando la regaló a su amiga lo hizo pensando en que siempre les fuera bien y les ayudara, que se las regaló a las dos con cariño y con los mejores deseos para lo que ellas deseaban hacer. Aunque no quedó resuelto el misterio de la flor, las hermanas sabían que lo que les comentó su amiga era muy importante para resolverlo, aunque en ese momento eso ya no les parecía tan importante.
FIN
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